lunes, 14 de enero de 2013

Viaje a la sierra - Capitulo III - 27/XII/12


Eran cerca de las diez de la mañana, el malestar de la resaca era inevitable, un baño y salir a comprar pasajes para ir a un pueblo más alejado aun, a tres horas y un poco mas viajando en bus.
El bus parte rumbo al pueblo. Los paisajes eran hermosos; los abismos, espantosos. La sensación del tambaleo del bus en los abismos era de placer y miedo...confuso pero agradable.
Llego al pueblo y el cielo me recibe con un imponente arco iris. Camino por el pueblo y los lugareños me saludan - costumbre tan acogedora de la gente serrana - y conozco así, más del pueblo.
El cielo toma un color oscuro, la noche cae; las gotas de lluvia mojaban mi rostro y las ganas de saber de ella me hicieron mandarle un mensaje...espere una respuesta pero no llegó.
Mientras la noche se iba, unas copas de whisky me acompañan.

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